Cómo conseguir que tu mejor cliente te insulte y sentirte orgulloso.

 

Todo los negocios tienen un mejor cliente, lo sepan o no, lo tienen.

 

Los que saben que lo tienen, creen que es el que mejor paga.

Yo creo que no, creo que es con el que más conexión tienes;

verás por qué lo creo.

 

Cuando te propone algo, entiendes lo que quiere a la primera, sabes lo que le va a gustar antes de contárselo y no te molesta demasiado si en algún momento se sale del contrato.

 

Bueno, a grandes rasgos suele ser así.

 

Yo llevo trabajando con Antonio varios años.

Es tranquilo, educado, sabe lo que que quiere, me paga por adelantado sin protestar y cualquier idea que le propongo la valora con detenimiento y lo prueba siempre: Para mi es el cliente perfecto.

 

Aunque estuvo a punto de dejar de serlo.

 

Hace unos días estábamos revisando un producto que no se vende ni a tiros y le hice una nueva propuesta un tanto agresiva, pero que se que es muy potente.

 

Después de tres segundos de silencio va y me suelta:

 

– Vero, eres una “salvaje”.

 

No me dio tiempo ni a reaccionar, mi mente se bloqueó y sólo atiné a responder un cobarde

– “¿cómo has dicho?”,

 

Un segundo después, me dice:

 

-”Tu tranquila, que yo estoy encantado.

Me da igual lo que me vendas. Te lo compro.

¿Cuando empezamos?”

 

 

Por poco si infarto.

 

La forma me sorprendió mucho viniendo de él,  pero en cuanto conseguí respirar entendí a qué se refería.

 

Antonio sabe que conozco su negocio igual de bien que el mío, solo que al suyo lo trato mejor;

y también sabe que le voy a proponer el sistema adecuado a sus objetivos.

 

No le voy a contar ninguna milonga solo porque esté de moda o porque la acabe de descubrir.

 

Los dos sabemos que me puedo equivocar, pero también que cada paso va a estar medido y conectado con él, con su negocio, y sobre todo con su público objetivo.

No con el mío, ni con el de su cuñada (que es su competencia) a la que también conocemos mejor que ella misma.

 

Después de analizar estas cosas y algunas más, yo me atrevo a proponerle técnicas que casi nadie está usando en su sector y resulta que a él le funcionan (muy bien);

y él se atreve a decirme que soy una salvaje pero que me comprará cualquier cosa que le venda.

 

-¿Flipante?

-No.

-Real

 

La parte menos glamurosa y que nadie cuenta es que esta situación no surge en piloto automático.

 

Automáticos son los anuncios (de Facebook, de Google, de Instagram o de Tick Tock) y los embudos que te conectan con clientes; y de entre todos los clientes resulta que el mejor es Antonio.

 

Que un anuncio te conecte con clientes es lo mínimo que tiene que hacer y que te conecte con posibles “Antonios” es lo que yo hago aquí.

 

Un saludo,

Vero.

 

PD: Yo ya sabía que Antonio me comprará todo lo que le ofrezca y Antonio también sabe que solo le venderé lo que le va dar resultados.

Esto son cosas que se saben después de haber trabajado, probado y analizado.

 

PD: Si quieres que empecemos a analizar tu negocio y ver que objetivos y resultados podemos alcanzar es en el enlace de arriba