La estrategia de ventas de la mujer más fea del mundo.

Lizzie Velásquez es una muchacha con una enfermedad tan rara que su cuerpo no tiene ni un gramo de grasa.

Lo que podría ser el sueño de muchos, resulta que es una faena importante.

 

El caso es que no tener grasa en el cuerpo pues tiene muchos inconvenientes y el que más se ve, es una belleza especial.

 

Por lo visto la chica ha sufrido desprecios, insultos y acosos de todos los colores y en todos los sitios reales y virtuales.

 

Para algunos es la mujer más fea del mundo. Y esto debe ser un asunto tan importante en vidas vacías, que algunos decidieron compartirlo con el mundo colgando un vídeo de youtube.

 

Lizzie lo descubrió con 17 años y justo fue lo que le hizo reaccionar.

 

Bien,

¿te crees que la han anulado?, ¿que se ha quedado en su casa para que nadie la vea?

 

Pues no.

 

Tiene 30 años, 3 libros, 1 película y es coach motivacional. Ha dado más de 3000 charlas presenciales desde que empezó en 2013.

 

En el libro “Deja de mirar y empieza a aprender” puedes ver su trabajo.

Grande Lizzie, muy grande.

 

No solamente ha resurgido ella del cobarde linchamiento anónimo, sino que todo su talento y su belleza la ha utilizado para ser una profesional que ayuda a otras personas a salir de situaciones similares a la suya.

 

Esto se llama resiliencia y consiste en convertir una situación catastrófica en algo excepcional.

Se consigue analizando por dentro y por fuera y después ofreciendo tu solución al mundo por la mejor vía posible.

 

Sin analizar, no es posible avanzar.

 

Sin análisis pasa que las personas se traumatizan y los negocios cierran.

 

Para no cerrar hay que vender y para vender te tienen que conocer.

 

Esto no es nuevo, ni me lo he inventado yo. Siempre es así.

 

Del análisis interno y externo, que te conozcan y que te compren es de lo que hablo aquí.

 

Un saludo,

Vero.

 

PD: Si el análisis estratégico funciona con bellezas singulares, imagínate lo que puede conseguir en tu negocio. O mejor deja de imaginar y empecemos a trabajar.