Lección de marketing del parking más rentable del mundo.

Uno de mis placeres diarios es llevar a mi hija al cole.

Me divierte y me sirve para desconectar.

A veces vamos caminando y hablando de cosas que molan, como los unicornios y el brilli-brilli; otras repasando lo que toque y otras discutiendo por el apocalipsis del slime.

Gracias a Dios, lo importante del día a día…

Cuando se nos hace tarde vamos en coche y aparco justo al lado del cole, en un parking muy especial.

El parking no es especial solo porque lo trabajan personas especiales, que también; sino porque además el pago por día es voluntario (1€).

Increíble, ¿verdad? Pues más increíble todavía resulta como se puede multiplicar ese euro.

Cuando llegamos justas de tiempo, suelto el coche malamente y no pago.

Pero cuando vuelvo, la cosa cambia.

Es entonces cuando aparece Carlos, que es uno de los trabajadores del parking que ya me tiene calada.

Me espera con su libreta de los tickets en la mano.

Según me ve llegar en vez de un normalito “Buenos días” o preguntarme si voy a pagar el parking, me suelta:

-Vero, ¿te cuento un chiste?

– Claro

-Jaimito, ¿cuánto es 4 por 4?

Empate

¿y 2 por 1?

¡Oferta!

Los dos reímos.

Se que el chiste es malísimo, además me cuenta el mismo chiste todos los días y cada día me gusta más, no sé si es por lo malo que es o simplemente que mi sentido del humor es así de peculiar.

Después del chiste me ofrece el ticket y pago encantada el día entero por 5 minutos de uso.

Carlos es síndrome de Down y trabaja en Aprona, que es la asociación que gestiona el parking.

Su sistema consiste en conocer a sus clientes y conseguir que paguemos encantados el tiket «voluntario».

Para conseguir su objetivo, él nos saca una sonrisa y nos regala una lección.

Esta estrategia tan sencilla forma parte de la conversión de que un parking de 160 plazas tiene más de 50.000 registros mensuales.

Alucinante, ¿verdad?

Su estrategia es simplemente perfecta.

Conoce su producto, analiza a su cliente ideal y aumenta la comercialización hasta el límite máximo de sus posibilidades.

El resultado es inmejorable: Parking siempre completo, cliente súper satisfecho.

Mañana mejor.

Más no se puede, las plazas son limitadas.

Sin embargo, él impacta hasta el punto de que cuando hace calor te acuerdas de llevarle un refresco, en su cumple un detalle y en Navidades unos dulces.

Eso es hacer que el cliente te recuerde y te adore.

No es marketing digital pero su estrategia se puede aplicar en cualquier medio.

Y en Internet, además, olvidarte de que solo tienes 160 plazas.

Para tener en tu negocio una estrategia de marketing digital tan a tu medida como la de Carlos es  sucribiéndote aquí. 

 

Saludos

Vero.

 

P.D: Si vienes a Estepona puedes pagarme la lección que te acabo de regalar pagando el ticket del parking de Aprona.